El enfoque

En principio, el acto de embarcarse a trabajar para uno mismo es un acto de libertad, como una madre, la Constitución Española nos otorga el derecho a independizarnos como autónomos o aliarnos con un compañero para crear una sociedad. Así que cargados de ilusión nos aventuramos a desarrollar nuestra profesión por cuenta propia. Pero enseguida nos topamos con una realidad que no esperábamos: obligaciones recogidas en un sin fin de leyes explicadas con un lenguaje técnico, ajeno para la mayoría de los autónomos o empresarios.  Los conceptos con los que tenemos que lidiar son tan confusos que no es de extrañar que les cojamos una gran antipatía y busquemos mil y una forma de deshacernos de ellos. Astutamente, preguntamos a aquellos con más experiencia por una pista, una receta que nos libere de la tediosa carga administrativa que se avecina; pero ya nos advierten estos sabios, no hay forma de librarse. Y tienen razón, no existe una fórmula mágica pero sí un remedio: aprender para qué sirven y por qué se legitiman estos estériles conceptos.

Los conceptos con los que tenemos que lidiar son tan confusos que no es de extrañar que les cojamos una gran antipatía y busquemos mil y una forma de deshacernos de ellos

A medida que los conocemos presentimos cuanto nos pueden ayudar. Todos colaboran de algún u otro modo al desarrollo de nuestra actividad económica; por ejemplo, la contabilidad nos habla sobre el estado de nuestras cuentas, una buena administración nos regala tiempo, los impuestos bien calculados aportan al bote común lo que nos corresponde: ni más ni menos. El carácter impositivo —su rasgo más criticado— ayuda a organizar el caos —basta con pensar en la normativa como una guía que informa sobre lo que se debe o no se debe hacer. Y es cuando formamos equipo con ellos, que el día a día ya no se reduce a ejecutar nuestro oficio buscando un hueco para realizar rápidamente las tareas oficinescas, sino que, tales tareas se vuelven indispensables encontrando su espacio en el calendario. Manejándolos correctamente son nuestros aliados en la toma de decisiones, mostrando los pros y los contras, proporcionando la confianza necesaria para operar en el bullicioso mundo empresarial. Empecemos, pues, a conocerlos en profundidad.