Seriusli

¿Quieres que te ayudemos?

Nacida en Madrid, me marcho a Reino Unido donde termino graduándome en Biología por The University of Endinburgh y en Estudios Ambientales por la Open University of Edinburgh.

Durante este tiempo compagino mis estudios científicos con una faceta más artística: bailaora de flamenco. Fundo la Edinburgh University Flamenco Society donde se imparten clases de flamenco y sevillanas para principiantes, además de organizar eventos que acercan a estudiantes y no estudiantes de otras nacionalidades al arte flamenco. Ocho años más tarde vuelvo a España donde me titulo como Especialista en Gestión Medioambiental en la Empresa por la Universidad Politécnica de Madrid.

Después de este primer contacto con el mundo empresarial, realizo varios cursos en estadística (Bob Hopkins University, Coursera), sistemas de calidad (Bureau Veritas) y finanzas (University of Wharton, Coursera).

Tras diez años de experiencia profesional como supervisora de gestión y analista de estrategia, así como en la gestión de equipos, decido abandonar el mundo de las multinacionales para cofundar la empresa de sonido para cine y grabación musical Sound Island, asesorar a autónomos y pequeñas empresas en la gestión estratégica de sus proyectos y embarcarme en el mío personal ahora conocido como Seriusli.

Por supuesto, sigo bailando ballet y flamenco todas las semanas.

El cometido

Seriusli nace con la intención de atajar la frustración que nos invade cuando no entendemos las cosas. Con un lenguaje sencillo explica el porqué y el para qué de los conceptos y términos imprescindibles para el desarrollo de nuestra profesión o negocio.

El hándicap de trabajar por cuenta propia

En un acto de generosidad la Constitución española da plena libertad para iniciar una actividad económica por cuenta propia; (cándida) presume en el empresario potencial una maestría innata en los asuntos de comercio. Sin embargo, para la mayoría de los nuevos empresarios tal maestría no es natural sino que hay que ir adquiriéndola por el camino.

En principio, cuando decidimos trabajar para nosotros mismos lo hacemos bajo un acto de voluntad. Cargados de ilusión (e incertidumbre) nos independizamos como autónomos o nos aliamos con un compañero para crear una sociedad

Pero enseguida nos topamos con una realidad que habíamos subestimado:  las tareas obligatorias para cualquier autónomo o empresario se encuentran recogidas en un sin fin de leyes incompresibles.

Conceptos como retención, contabilidad o exenciones se definen con un lenguaje tan complejo que no es de extrañar que les tomemos una gran antipatía y busquemos mil maneras de deshacernos de ellos. 

Astutamente preguntamos a otros con más experiencia por una receta que nos libere de la tediosa carga administrativa que se avecina; pero ya nos advierten estos sabios, no existe una fórmula mágica, solo un remedio: aprender para qué sirven y por qué se legitiman estos estériles conceptos.  

Los conceptos: tener el gusto de conocerlos

Lo cierto es que a medida que comprendemos esos “estériles conceptos” presentimos cuánto nos pueden ayudar. Todos colaboran de algún modo al desarrollo de nuestra actividad económica.

Por ejemplo, la contabilidad nos habla sobre el estado de nuestras cuentas, una buena administración nos regala tiempo, con los impuestos bien calculados aportamos al bote común lo que nos corresponde, etc.

Gracias a su carácter impositivo —el rasgo más criticado— podemos organizar el caos, basta con pensar en la normativa como una guía que informa sobre lo que se debe y no se debe hacer. Además, serán nuestros aliados en la toma de decisiones, mostrando los pros y los contras para cada una de las posibilidades.

Es cuando formamos equipo con ellos que el día a día ya no se reduce a ejecutar nuestro oficio buscando desesperadamente un hueco para realizar las tareas oficinescas, sino que tales tareas se vuelven indispensables, con su propio espacio en el calendario.

En definitiva, su uso correcto nos da la confianza necesaria para operar en el bullicioso mundo empresarial.

Empecemos, pues, a conocerlos en profundidad.