02 febrero 2021

Mi muy estimada hermana:

      Lamento profundamente que te sientas bloqueada y desinflada con tu recién iniciado proyecto. Entiendo que habiendo pasado un mes (entero) desde que lo comenzaste y no habiendo ocupado ya uno de los décimos puestos de la lista Forbes, te encuentres   desilusionada. Y eso que a valiente y emprendedora no te gana nadie, ¿cuántos de esos   gurús animadores se atreverían a desafiar a quien inicia una nueva actividad en medio de una pandemia mundial y de la mayor nevada del siglo? ¡Eso sí es creer en uno mismo!

     Tu hazaña de que los autónomos se interesen (y aprendan) sobre la fiscalidad es tan   generosa y alcanzable como quien busca la cura a la mortalidad. Los autónomos somos unos seres extraños, y tenemos siempre tantos problemas que Hacienda y la facturación son, probablemente, los menores de todos (sí, sí, seguro que ahora te estás riendo, lo sé, esto es como estar preocupado por secar la ropa mientras una riada entra en la casa).

      En cualquier caso, te recomendaría que ya puesta a seguir a gurús y comprar sus recetas mágicas, te dirijas a la mejor de las mejores, a la reina de las influencer         milagritos: useasé, pon dos velitas a la virgen. Estoy convencida de que, si la ayuda no es mayor, tampoco será menor.

      Sin más, me despido. No sin antes recordarte que puedes contar conmigo para lo que necesites, y que espero también yo poder contar contigo cuando así lo requiera (que será, más o menos, para el final de este trimestre, cuando ya tenga el agua al cuello y no tenga una mísera camisa seca que ponerme).

      Tu hermana que te quiere y, cuya cicatriz de siete puntos en la pierna, no te olvida.

S.